Esto ocurrió en momentos en que dos novios que se casaban en una iglesia del estado de Agreste, en Brasil, vivieron una boda de auténtica pesadilla cuando sin nadie esperarlo un hombre penetró con un aspecto muy desaliñado para ser invitado del enlace.
Se colocó detrás de la pareja, que caminaba sonriente al altar para darse el sí quiero. De pronto, el desconocido con una camiseta a rayas se sacó del pantalón una pistola y comenzó a disparar, provocando el pánico en el lugar.
Fue directo a su objetivo: dos de los invitados. El autor de este atroz ataque huyó después de los disparos y sigue en paradero desconocido. Los heridos fueron trasladados a un hospital de la localidad y la ceremonia, aunque suene extraño, siguió su curso.