Rellenar una botella de plástico es similar a lamer un inodoro

Más de 300 mil unidades de bacterias colonizantes por centímetro cuadrado fueron halladas por el laboratorio norteamericano EmLab P&K en un estudio realizado sobre botellas de agua reutilizables.

La investigación fue encargada por Treadmill Reviews, una web destinada a mostrar el resultado del trabajo de expertos en el universo fitness.

Para ilustrar el hallazgo, utilizaron una comparación sumamente gráfica: tomar agua de una botella de plástico reutilizada varias veces y sin lavar es como lamer la tapa del inodoro. La cantidad de bacterias es alrededor de seis veces mayor que la de un cuenco de agua para mascotas.

Aunque el estudio despertó algunas dudas porque no se conocen las condiciones previas de esas botellas o si estuvieron en contacto con elementos contaminantes, varios científicos creen verosímil el resultado.


"Las manos pueden tomar virus al tocar distintas superficies, los cuales son luego transferidos a la botella", le afirmó el microbiólogo Charles Gerba a la revista Shape. 

Sin embargo, las botellas plásticas reutilizables no son la única fuente de virus y bacterias presente en nuestra vida cotidiana. 

SMARTPHONES

En 2001, un grupo de científicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres encontró materia fecal en uno de cada seis celulares testeados. 

La razón, según especula la investigación, es simple: la mayoría de las personas no lava sus manos con jabón luego de ir al baño, transfiriendo la contaminación a varias superficies. 

CEPILLOS DE DIENTES

La misma mala costumbre de evitar el jabón durante el lavado de manos puede llevar a contaminar un objeto relacionado con la más íntima limpieza personal: el cepillo de dientes.

De hecho, un estudio de la Universidad de Quinnipiac en Hamden (Estados Unidos) determinó que más del 60 por ciento de los cepillos de dientes examinados contenía materia fecal. 

COCINA

Las bachas de cocina tienen, en promedio, más bacterias que los tachos de basura. Peores aún son las esponjas de lavar los platos, que recolectan hasta 200 mil veces más agentes contaminantes que cualquier inodoro. 

Parte del problema, según especialistas, puede resolverse lavando periódicamente la bacha con agua hirviendo y jabón, además de limpiarla todos los días con una dosis de desinfectante. Las esponjas pueden sanitizarse metiéndolas húmedas durante un minuto en el microondas. 

CAMA

Las sábanas deben cambiarse (y lavarse) una vez por semana o, a lo sumo, cada dos. La meta es evitar que hongos, bacterias, polvo, polen y otros alérgenos pasen al colchón y aniden allí.

Este peligro se agrava en los meses de verano, donde a ese "cóctel" patógeno se le suma la humedad proveniente del sudor. 
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