Testigos dijeron que el matador la interceptó y ambos comenzaron a discutir, y de inmediato Garó, esgrimió el cuchillo y la apuñaló hasta que el mango del arma blanca se rompió.
Era nativa de Villa Altagracia y él de un pueblo del Sur.
La mujer, quedó en un charco de sangre en el pavimento, mientras muchos veían aterrorizados el asesinato.
Garó, quien maneja un carro Toyota Sedán color negro escapó de la escena y al cierre de esta crónica, era activamente buscado por la policía y no se había entregado.
Parientes de la muerta, como su ex cuñado Virgilio Marte, dijo que a ella la aconsejaban para que dejara la relación con el taxista, del que se dijo, también apuñaló otra mujer hace 10 años.
Marte, señaló que muchas veces el matador la amenazaba con tirarla por una ventana del apartamento.
“Fue un crimen atroz”, dijo Marte.
Relató que cuando se ve a un sujeto en la actitud que estaba Garó, “lo que hay que hacer es sacarle los pies y llamar a la policía”.
Marte sostuvo que él era uno de los que aconsejaba a Adalgisa, al ver los celos compulsivos del chofer de taxi.
Ella trabajaba como cuidadora del hogar (Home Attendant) e iba camino al trabajo, cuando Garó la mató.
Otra testigo, Carmen Erickson, dijo que presenció el asesinato, pero no le quedó más remedio que aterrorizarse, porque era imposible acercarse al taxista, que estaba enloquecido y no cesaba de apuñalar a su ex mujer.
Lidia de la Cruz, hermana de crianza de la muerta, expresó que “como él estaba bringing down (trayéndola abajo), apuñalándola y apuñalándola, yo tiré un grito”.
Los familiares dijeron que Garó la golpeaba muchas veces y que ella le puso una orden de protección y alejamiento, pero lo dejaba ver a los hijos de la pareja.
“Cuando ella llegaba del trabajo, él siempre le reclamaba que estaba con otro hombre, pensando que venía de hacer cosas malas”, añadió de la Cruz.
Adalgisa cuidaba personas mayores y tenía un hijo de 21 años de edad y otro de ocho.
La policía está pidiendo la cooperación de los comunitarios para que ayuden a ubicar al asesino.
La madre fue declarada muerta en el hospital Lincoln de El Bronx, donde fue llevada por paramédicos y policías.