Después de lograr el aumento del salario mínimo en el estado de Nueva York, el gobernador del estado, Andrew Cuomo, se ha fijado como misión acabar con los horarios erráticos de los trabajadores por horas.
Es algo que afecta la planificación de muchas familias que dependen del sector servicios, sobre todo el de la comida rápida y el comercio.
Tras una serie de audiencias con trabajadores y empleadores el departamento de Trabajo está terminando de perfilar una regulación de horarios para racionalizar unas prácticas que obligan a trabajador a estar pendiente de cambios de última hora tanto para ser llamado al trabajo como para no acudir a él.
No solo afectan al bolsillo de las familias, también complica que se encuentre acomodo para cuidar a hijos, plaificar la atención a enfermos, acudir a otras citas o tener un segundo empleo.
Las regulaciones, que se publicarán el día 22 y pueden ser comentadas durante 45 días disponen que todos los horarios se establezcan con dos semanas de anticipación como mínimo y se abonen dos horas de paga extra en caso de que haya asignaciones de última hora.
Además por mantenerse alerta en caso de que se llame a un trabajador a desempeñar su labor en cualquier turno o se le llame para cubrirlo, se debe abonar la paga de cuatro horas. Este mismo pago recibirá la persona a la que se le cancele el turno 72 horas antes de que empiece.
El departamento no impide que haya horarios erráticos, el empleador puede mantenerlos pero ha de pagar un precio por ello. Por otro lado permite que durante las dos primeras semanas de trabajo de un empleado se pueda cambiar turnos sin costos. Las cancelaciones y cambios hechas con 24 horas de anticipación por motivos climáticos no tienen costo tampoco para el empleador.
Estas regulaciones se imponen sobre las que regulan lo mismo en la ciudad de Nueva York y que han sido implementadas este año. (FUENTE: El Diario Ny)