Presidente de Colombia recibe botellazos


Una protesta de la policía por la eliminación de incentivos profesionales ha degenerado en un auténtico caos en Ecuador.


El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha acusado a la oposición de intentar derrocarle con un golpe de Estado. Correa está cercado en el hospital donde fue ingresado tras ser agredido por los manifestantes.


Los ciudadanos que intentan acercarse hasta allí están siendo disperasados con gases lacrimógenos por policías insubordinados. En las cercanías, se han congregado miles de personas para respaldarlo.


Además, un grupo de policías ocupó la sede de la Asamblea Nacional e impidió el ingreso o salida de las personas que trabajan allí. Varios legisladores han denunciado que fueron desalojados por los agentes de edificios aledaños a la Asamblea, donde tienen sus despachos. "Todo está tranquilo, pero los policías impiden la entrada o salida de personas", incluidos los legisladores, precisó la fuente de la Asamblea.


Por su parte, Omar Simon, presidente del Consejo Nacional Electoral, pidió a los policías, en una rueda de prensa emitida por televisión, que usen los canales democráticos de diálogo para expresar sus quejas y les solicitó que depongan el uso de la fuerza para que el país "vuelva a la calma y a la normalidad".

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