LIMA.- La peruana Elizabeth Espino, de 24 años, fue condenada hoy a 30 años de prisión por parricidio, después de que la Justicia la encontró responsable del asesinado de su madre en enero del 2010, en complicidad con su exnovio y un amigo.
La joven dijo al colegiado A de la Tercera Sala Penal con Reos en Cárcel de Lima que no estaba conforme con la sentencia y que presentará un recurso de nulidad.
La sala le impuso además el pago de 100,000 soles (38,000 dólares) como reparación civil para los herederos de su madre, que deberán ser definidos por la Justicia dado que ella era su única hija.
Hace unos meses, el tribunal condenó a 28 años de cárcel a los cómplices de Espino, su exnovio Fernando González y Jorge Cornejo, quienes se acogieron a la figura de la conclusión anticipada y reconocieron haber atacado a la abogada Elizabeth Vásquez a pedido de la joven.
Las investigaciones policiales concluyeron que la joven ideó y ejecutó el asesinato de su madre porque ésta se oponía a su relación sentimental con González, un joven de 26 años sin oficio conocido, y ofreció dinero a sus amigos para ejecutar el crimen.
El cuerpo golpeado y estrangulado de la abogada apareció dentro de la maletera de su auto en otro distrito y su exesposo, el exfiscal antidrogas Alejandro Espino, expresó entonces sus sospechas de que se trataba de una venganza.
Durante todo el proceso, la acusada se enfrascó en una pelea legal con sus abuelos y familiares maternos para poder acceder al patrimonio de su madre, una conocida abogada de Lima.
La joven dijo al colegiado A de la Tercera Sala Penal con Reos en Cárcel de Lima que no estaba conforme con la sentencia y que presentará un recurso de nulidad.
La sala le impuso además el pago de 100,000 soles (38,000 dólares) como reparación civil para los herederos de su madre, que deberán ser definidos por la Justicia dado que ella era su única hija.
Hace unos meses, el tribunal condenó a 28 años de cárcel a los cómplices de Espino, su exnovio Fernando González y Jorge Cornejo, quienes se acogieron a la figura de la conclusión anticipada y reconocieron haber atacado a la abogada Elizabeth Vásquez a pedido de la joven.
Las investigaciones policiales concluyeron que la joven ideó y ejecutó el asesinato de su madre porque ésta se oponía a su relación sentimental con González, un joven de 26 años sin oficio conocido, y ofreció dinero a sus amigos para ejecutar el crimen.
El cuerpo golpeado y estrangulado de la abogada apareció dentro de la maletera de su auto en otro distrito y su exesposo, el exfiscal antidrogas Alejandro Espino, expresó entonces sus sospechas de que se trataba de una venganza.
Durante todo el proceso, la acusada se enfrascó en una pelea legal con sus abuelos y familiares maternos para poder acceder al patrimonio de su madre, una conocida abogada de Lima.