El vuelo 448 de la compañía Alaska Airlanes despegaba en la mañana del lunes desde Seattle con destino Los Ángeles. No llevaban ni 15 minutos en el aire cuando los pasajeros de primera clase y los seis miembros de la tripulación escucharon ruidos y golpes procedentes de la bodega del avión.
Rápidamente se iniciaron los protocolos de emergencia y se solicitó un aterrizaje prioritario en el aeropuerto de Seattle-Tacoma International.
Nada más salir del avión reconoció que se había quedado dormido Una vez en tierra se procedió a la apertura de la zona de carga y ante la incredulidad de todos apareció un trabajador de Alaska Menzies Aviation algo mareado aunque ileso. Según informó el portavoz de la compañía a Associated Press: “Nada más salir del avión reconoció que se había quedado dormido”. Los médicos del aeropuerto le atendieron en la misma pista y poco después fue trasladado a un hospital donde se le realizó un test de drogas del que no ha trascendido resultado.
Aunque desde la aerolinea aseguran que someten a sus trabajadores a test de drogas previos a la contratación y aleatoriamente durante el tiempo en el que están trabajando. Sus compañeros pensaban que se había ido a casa El empleado, que entró a trabajar a las 05.00 am, formaba parte de un grupo de cuatro personas encargadas del transporte del equipaje hasta la bodega. Se encontraba cargando el último avión de su jornada que terminaba a las 14.30 pm. Apenas 9 minutos más tarde despegaba el vuelo 448 con destino Los Ángeles y con un equipaje extra inesperado.
El jefe de turno se percató de la ausencia de su trabajador y le intentó localizar a través del móvil pero no obtuvo respuesta. No le dio más importancia pensando que se habría marchado a casa sin despedirse. Ninguno de sus compañeros podía imaginarse el desenlace de esta historia. Finalmente el vuelo 448 despegó nuevamente de Seattle a las 3:52 p.m. y los 160 pasajeros llegaron al aeropuerto de Los Angeles a las 6:29 p.m.