Una mujer adoptó dos bebés por separado y luego se enteró que eran hermanos


Para algunas personas, convertirse en padres es uno de sus más grandes sueños, no importa que para ello haya que recurrir a la adopción, tal y como le sucedió a Katie Page, una mujer con un bondadoso corazón, y quien luego de cumplir 30 años y pasar por un divorcio, tomó la decisión que le cambió la vida.

Su separación la hizo darse cuenta que quería algo diferente, así que se mudó de casa y se fue a vivir a Colorado, incluso cambió de trabajo y descubrió algo que jamás había sentido: el instinto maternal.

Tres años después, como si se tratara de una señal del destino, Katie recibió un correo de parte de la iglesia local en el que le hablaban de la crianza de los niños, y fue entonces que comenzó a investigar más sobre este tema. Incluso en 2015 se apuntó como voluntaria para cuidar a niños que habían sufrido algún trauma. 

El objetivo de Page era ayudar a estos pequeños a superar la adversidad y sus problemas, pero sus ganas de adoptar a un niño se convirtieron en uno de sus sueños.

Casualmente, la institución en la que ella laboraba le pidió que se hiciera cargo de un bebé de apenas cuatro días de nacido, que había sido abandonado en un hospital.

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