Una vez que te independizas de tus padres y pones un pie fuera del nido familiar, resulta inevitable que con el pasar del tiempo te empieces a convertir en una señora.
Te mostramos una lista de 10 cosas que haces cuando ya has alcanzado ese nivel de madurez que te niegas a admitir, pero sabes que ahí está.
- Tienes muchas plantas, las cuidas con tu vida y te emociona cuando crecen. “Mira, ¡tiene un brote!”
- Disfrutas mucho más entrar a la quietud de Zara Home que al bullicio de Zara de ropa. Obvio también ubicas el más cercano y el más surtido.
- Compras ropa de cama con base en su suavidad, material y hasta cantidad de hilos. Es más, dejémoslo en te llama la atención el departamento de blancos.
- Te emociona descubrir qué aromatizante era aquél que oliste en casa de tu amiga. También prendes velas aromáticas o difusores para relajarte.
- Tienes vajilla y cristalería para invitados y las cuidas “como las perlas de la Virgen”.
- Te relaja lavar los platos escuchando la música viejita que oían tus papás.
- Dedicas fines de semana enteros a la limpieza del hogar y no hay labor más sagrada. Si hay inspiración suficiente puede que hasta reacomodes los muebles.
- Te imaginas cómo se vería un espacio con ese mueble que quieres comprar (o incluso lo photoshoppeas).
- Empiezas a poner cuadros en los baños y por toda tu casa, ya hasta tienes a alguien de confianza que te enmarca.
- Te sientas a contemplar lo bonita que ha quedado tu casa y a leer tu ELLE Decoration.