SANTO DOMINGO. Cuando Albert Pujols llegó a los Estados Unidos, a los 16 años en 1996, su dentadura tenía serias infecciones que le ocasionaba grandes dolores para devorar los alimentos, que atentaba contra su salud.
Cuando fue atendido por un dentistas para corregir sus dificultades, necesitó un traductor, pero el doctor Michael Noble no tenía que saber castellano para darse cuenta que lloraba como un niño.
Ampliar Información
Publicar un comentario