La policía china detuco a Zeng Lingquan,responsable de un centro psiquiátrico que se dedicaba a vender como esclavos a discapacitados mentales acogidos en su centro en Quxian (provincia de Sichuan) a una fábrica de arena de cuarzo y talco en en el distrito de Toksun, en la región musulmana occidental de Xinjiang.
Por su parte el dueño de la fábrica, Li Xinglin, se escapó a Sichuan llevándose consigo a una 12 de discapacitados mentales que trabajaban para él, informó el secretario del Partido en Toksun, Yang Jin.
La factoría, llamada Jiaersi Green Construction Material Chemical Factory, ha sido cerrada por las autoridades locales, que se mantienen en contacto con las de Sichuan para detener a Li, cuya esposa se encuentra ya bajo custodia policial.
Este nuevo escándalo de esclavitud lo destapó un diario local, el 'Xinjiang Metropolis News', que tras recibir un aviso de que Jiaersi estaba obligando a trabajar a enfermos mentales envió a unos reporteros a entrevistar al dueño con la excusa de realizar un reportaje sobre contaminación ambiental.
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