Un ecuatoriano se para del ataúd a pedir agua mientras lo estaban velando


Un ecuatoriano, supuestamente muerto, se sentó en su ataúd mientras lo velaban y solicitó un vaso de agua. Lo más sorprendente es que permaneció inerte durante 24 horas.


La familia y amigos de Fermín Plúas atendían a su funeral en la localidad de Juján en Ecuador. Los doctores habían certificado su deceso el día anterior. Cuando el hombre de 57 años, que no había dado muestras de vida durante 24 horas, se incorporó en su féretro algunos de los asistentes gritaron, otros lloraron, otros se desmayaron y los más salieron corriendo despavoridos.


Una de sus hijas manifestó que "si no hubiéramos retrasado el funeral durante un día para que asistieran los parientes lejanos, ya lo habríamos enterrado". Al parecer, la mayoría de los parientes no explican el fenómeno como una negligencia médica, sino como un milagro. "Los doctores dijeron que mi padre había muerto, pero nosotros vimos su resurrección con nuestros propios ojos" explicó la joven.


Los médicos no han dado hasta el momento ninguna explicación ni se ha comentado siquiera que les pueda caber alguna responsabilidad por haber diagnosticado una muerte por ataque cardíaco que -obviamente- no ocurrió. Fermín, en cambio, sostuvo que la experiencia confirmó su fe religiosa y que durante las 24 horas que estuvo muerto vio varios espíritus.

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