No cabe duda que las cosas no pueden ser como en el tiempo de nuestras abuelas en las que cuando se les preguntaba a las mujeres cuántos hijos pensaban tener, éstas contestaban que 'Los que Dios les mandará'; hoy en día, mientras que en algunos países como en Japón y Canadá existen programas económicos para incentivar a las parejas a que tengan hijos, en otros, como en la India, sucede lo contrario, se les da un apoyo económico a los recién casados para que retrasen la llegada de los bebés.
A través de un programa llamado 'Bonus Luna de Miel', ideada por las autoridades de un distrito del estado de Maharashtra (en el centro-oeste del país), se pretende detener el crecimiento de la población y mejorar la salud de las mujeres de la zona.
El programa es voluntario, las condiciones para participar en éste son que la pareja compruebe que están casados, que se han unido por voluntad propia, sin ningún tipo de coacción; además, cada trimestre deben participar en pláticas de planificación familiar. Tienen acceso gratuito a preservativos y píldoras anticonceptivas y se permite el aborto.
Las parejas que se acogen al programa 'Bonus Luna de Miel' reciben 5,000 si no tienen un hijo durante los dos años siguientes a su matrimonio. Y otras 2.500 rupias adicionales si la mujer no se embaraza durante otro año más.
El programa tiene mucha razón de ser, pues India es el segundo país más poblado del mundo, sólo detrás de China, según estadísticas, en los últimos diez años, la tasa de población ha crecido 181 millones de habitantes.
A finales de los años 70, el gobierno puso en marcha un programa de esterilización forzada para los hombres que ya tuvieran dos hijos, una medida que provocó un gran disgusto entre la población.
La familia continúa siendo la base de la sociedad india, en las zonas rurales los hijos son considerados una fuente de ingresos y las mujeres mayores, no están de acuerdo con los programas de planificación familiar, pues no les interesa que sus hijas o nueras sean aún muy jóvenes, lo que desean es que ellas tengan un hijo lo más pronto posible, después de casarse.
Aunque el programa lucha contra la cultura tradicional, ya hay parejas que se han animado a participar y seguramente poco a poco serán más.
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