Un ladrillo atado al pene, el castigo por secuestrar y casarse con una menor


Parece ser que entrar en un pueblo de Bangladesh y encontrarse a un tipo paseando desnudo y con un ladrillo atado al pene es menos inusual de lo que parece.

Al menos eso es lo que ha sufrido un hombre de 30 años en una población a 30 kilómetros al sur de Dacca, la capital del país asiático.

La policía de Bangladesh está investigando el caso. Al parecer, el reo de tan curiosa condena se había ganado el castigo por secuestrar y casarse con una niña de 12 años, que logró huir. Al menos, esa es la opinión del jurado popular que dictó sentencia.

"El jefe del consejo municipal y algunos ancianos del pueblo le dieron una paliza y le hicieron desfilar con un ladrillo atado al pene bajo la atenta mirada de, al menos, 200 personas" declaró el subinspector de la policía Binoy Krishna Kar.

Los jurados populares son legales en Bangladesh, pero sólo para zanjar disputas relacionadas con la propiedad de la tierra, herencias y otros asuntos menores. Además, tienen prohibido aplicar castigos físicos.

Este último incidente llega una semana después de que Human Rights Watch denunciara los abusos cometidos por los consejos locales, que son -muchas veces- consecuencia de edictos religiosos o 'fatwas'.

La asociación urgió a Bangladesh, un país con 142 millones de habitantes y de mayoría musulmana, a tomar medidas "urgentes" para prevenir casos como éste y otros peores, ya que este tipo de juicios ya se han cobrado la vida de docenas de mujeres en los últimos años.

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