La comunidad de Jacagua está consternada. La niña Eloísa Martínez fue asesinada este miércoles luego de ser violada. El cuerpo apareció tirado en una cueva, estrangulado, amordazado y con las manos amarradas por el sostén que llevaba puesto, en ese sector de Villa Mella, Santo Domingo Norte.
Los padres de la víctima encontraron el cuerpo sin vida a las 10 de la mañana en un terreno donde se levanta una edificación y donde trabajan varios haitianos que frecuentan el sitio y en ocasiones bajan a bañarse en el río.
El hecho ocurrió mientras la niña se dirigía a la casa de su abuela para visitarla como todos los días, y como acostumbraba dormir allí, los padres no se percataron de su ausencia hasta el día siguiente.
Según declaraciones del médico legista actuante en el caso, la niña de 10 años se encontraba con vida hasta las 8:00 de la mañana, pero los golpes contundentes en la cabeza que recibió hicieron que se desangrara y muriera.
En las próximas horas Patología Forense ofrecerá más detalles sobre el caso, luego de hacer los estudios correspondientes.
Desesperación y clamor
Para Candelaria Martínez, madre de la menor, este ha sido el peor día de su vida, el dolor se ha apodera de sus sentidos haciendo que todo se vuelva insignificante. "Se han llevado un pedazo de mi", decía la madre sin consuelo, cuando descubrió que la habían matado a Eloísa, el motor de su vida, quien el 28 de este mes cumpliría 11 años.
En medio del llanto, la mujer afirmó que el violador la mató, porque la niña podría identificarlo. En medio del sufrimiento, antes de desmayarse, la madre pidió justicia y clamó porque las autoridades no se queden con las manos cruzadas y el crimen no quede impune para evitar que mañana le pase a otra persona.
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