WASHINGTON (AP) — Los estadounidenses hicieron el
martes una pausa para conmemorar el undécimo aniversario de los ataques
terroristas del 11 de septiembre del 2001, aunque también con una
sensación de que es momento de seguir adelante tras una década de
recordar el hecho.
Al igual que en años anteriores, miles de personas son esperadas en
el Centro Mundial de Comercio de Nueva York, frente al Pentágono de la
capital estadounidense y en lo que solía ser un maizal en Shanksville,
en Pensilvania, para leer los nombres y apellidos de casi 3.000 víctimas
mortales que perecieron en los peores ataques terroristas de la
historia estadounidense.
El presidente Barack Obama asistirá a la ceremonia del Pentágono y el vicepresidente Joe Biden hablará en Pensilvania.
Pero muchos sienten que el décimo aniversario de los ataques
conmemorado el año pasado fue un punto de cambio emocional en el dolor
popular. Por primera vez, las autoridades no hablarán ni pronunciarán
discursos durante las ceremonias.
El presidente Obama, la primera dama Michelle Obama y el personal de
la Casa Blanca guardaron un minuto de silencio el martes en el jardín
sur de la residencia presidencial en recuerdo de los muertos.
Con los toques de un corneta y una campana que sonó tres veces, la
conmemoración en la Casa Blanca marca el undécimo aniversario de los
secuestros suicidas de aviones que se estrellaron contra el Centro
Mundial de Comercio en Nueva York y el Pentágono. Una tercera aeronave
secuestrada se desplomó en Pensilvania.