Los bebés sobrevivieron a un riesgoso procedimiento de partos diferidos en Jefferson, Tennessee.
Parece una historia de una película de ciencia ficción, pero se trata de una extraída de la vida real. Ocurrió en febrero de este año, en la ciudad de Jefferson, Tennessee, donde la joven Kristen Miller, con tan solo 22 semanas de gestación de dos bebés, rompió fuentes. Desde ese momento comenzó un trabajo médico laborioso, que terminó con el nacimiento de uno de los niños a las 24 semanas y el de su hermana cinco semanas después.
Primero, los médicos del UT Medical Center de Tennessee lucharon por mantener a uno de los bebés hasta un día después de la semana 24 dentro del útero de su madre, porque sabían que esto le daría una mayor esperanza de vida. Así nació Micah, un varón, el pasado día de los enamorados.
Kristina Shumard, la médico obstetra que atendió a la madre, esperaba que la otra bebé naciera con una hora de diferencia, sin embargo, estaba decidida a postergar el parto tanto como fuera posible.
Por esa razón Kristen Miller debió guardar un estricto reposo en cama y estar bajo supervisión médica a diario, donde era evaluada para determinar si sería posible un día más con el bebé dentro.
Luego de cinco semanas nació Madi, cuando los médicos habían determinado que tenía las mejores posibilidades de sobrevivir.
“Que haya nacido uno de los bebés no quiere decir que el segundo o el tercero deban hacerlo de manera inmediata. Pero es difícil conseguir la persona que sea una buena candidata para poder hacer este procedimiento”, explico la médico a WHDH-7, filial de NBC.
La familia Miller se encuentra todavía en el hospital y permanecerá allí durante los próximos dos meses, mientras los bebés se hacen más fuertes y sanos.
Sabrina Craigo, la jefa de la unidad de neonatólogía del UT Medical Center, dijo en un comunicado de prensa que los riesgos de vida de un bebé de sólo 24 semanas son altos. La médico ya había atendido a un par de gemelos que nacieron con 24 días de diferencia en 2014.
“Esta rara técnica es posible aplicarla solo en hermanos que tienen su propio líquido amniotico y no compaerten la misma placenta. Adicionalmente, es vital que las contracciones de la madre que siguen al nacimiento del primer bebé sean retrasadas para que pueda ser un éxito. He visto dos más de estos casos en mi carrera, y creo que la máxima diferencia entre un nacimiento y el otro es de siete días”, declaró la neonatóloga Gina Geis, a la cadena WHDH-7.
Especialistas del Centro Médico Tufts de Boston indicaron en la nota de prensa que, en otros casos, pocos días separan un nacimiento de otro. Se trata del tercer caso de partos diferidos que ha conocido a lo largo de 25 años de experiencia profesional, dijo Errol Norwitz, jefe del departamento de obstetricia de ese hospital. (FUENTE: Univision.com)