El chico se trepó a una ventana jugando y se resbaló y cayó. Lo único que lo salvó de la muerte fue una reja que los bomberos tuvieron que cortar con una sierra para rescatarlo.
El niño estaba solo porque sus padres habían salido por un momento. Jugando, se trepó a la ventana y empezó a caminar por el alféizar.
Entonces, el accidente. Se resbaló y cayó. Lo único que lo salvó de una muerte segura es la reja que rodeaba la parte exterior de la ventana. Quedó atascado, con la mayor parte del cuerpo colgada.
Así lo encontraron sus padres, que al darse cuenta de que no lo podían sacar, llamaron a los bomberos. Tampoco fue fácil para ellos.