Un nuevo estudio revela que los envases en los que se sirve la comida rápida contienen químicos fluorados, muy perjudiciales para la salud.
A la mala fama que la comida rápida ya tenía, fruto del aporte de calorías y grasas, se une ahora un estudio que revela que los envases en los que se sirve la comida rápida contienen productos químicos cancerígenos.
Debido a que este tipo de comida tiene una gran cantidad de aceites, es necesario utilizar envoltorios de contención de estas grasas para que no se viertan fuera del mismo. Sin embargo, según la investigación, publicada en la revista ‘Environmental Science and Technology Letters‘ y que recoge RT, estos envases contienen productos químicos fluorados, que son muy nocivos para la salud y que pueden filtrarse a los alimentos.
Los investigadores utilizaron 400 muestras de envases de 27 cadenas de comida rápida de EE.UU para analizar la presencia de químicos fluorados, relacionados con enfermedades como el cáncer de riñón o testicular, así como a niveles altos de colesterol, una baja fertilidad, problemas de tiroides, cambios hormonales en los adultos y un decrecimiento de la respuesta inmune en los niños, entre otros.
Respecto a los envoltorios de papel, el equipo comprobó que el 56% de los que se utilizan en bollería o pastelería y el 38% de los que envuelven las hamburguesas y sandwiches, así como el 20% de los envases de cartón, utilizados para las patatas fritas o las pizzas, contenían este tipo de sustancias.
Los químicos fluorados en los alimentos, muy perjudiciales
“Estos productos químicos se han relacionado con numerosos problemas de salud, por lo que es preocupante que las personas estén potencialmente expuestas a ellos en los alimentos”, explicó la autora principal del estudio, Laurel Schaider, una química ambientalista en el Silent Spring Institute, en Denver (EE.UU.)
A pesar de que los químicos altamente fluorados son muy utilizados en varios productos antiadherentes, resistentes a las manchas e impermeables, incluyendo alfombras u utensilios de cocina, su presencia en los alimentos es mucho más perjudicial para la salud.
“Podemos dejar de usar productos químicos fluorados donde no son necesarios, como en el envasado de alimentos, y todo será más saludables”, subrayó Arlene Blum, coautora del estudio y fundadora del Green Science Policy Institute, en California (EE.UU.), que anima a la industria alimentaria a eliminar estos químicos de sus productos, tal y como han hecho otros fabricantes.