Murió el jefe del Estado Islámico, asegura ONG siria

Beirut.- El jefe del grupo Estado Islámico (EI) Abú Bakr al Bagdadi está muerto, anunció una onegé siria este martes, dos días después de la proclamación por Irak de su victoria en Mosul frente a esta organización yihadista responsable de atrocidades y atentados.

Si se confirma la muerte del jefe de EI, se trataría de un nuevo revés a esta organización que acaba de perder Mosul, su último gran bastión urbano en Irak. En Siria, su bastión de Raqa es también objeto de una ofensiva para su reconquista.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) afirmó el martes que responsables del EI le confirmaron la muerte de su líder, Abú Bakr al Bagdadi.

"Responsables del EI presentes en la provincia (siria) de Deir Ezor confirmaron al OSDH la muerte de Abú Bakr al Bagdadi, emir del EI", declaró a la AFP el director de la oenegé Rami Abdel Rahman. "Nos hemos enterado hoy pero ignoramos cuándo y cómo ha muerto".


Reuters no pudo verificar en forma independiente la presunta muerte de Baghdadi.

"(Tenemos) información confirmada de líderes, incluyendo uno de alto rango, de Estado Islámico en la zona rural oriental de Deir al-Zor", dijo a Reuters Rami Abdulrahman, director del grupo que monitoriza el conflicto sirio desde Londres.

La muerte de Baghdadi fue anunciada muchas veces antes, pero el observatorio tiene un historial de credibilidad al reportar sobre la guerra civil en Siria.

El 22 de junio Rusia afirmó que era "muy probable" que hubiera matado a Bagdadi en un ataque aéreo a finales de mayo en Siria, una información no confirmada entonces por ninguna otra fuente.

El portavoz estadounidense de la coalición internacional, el coronel Ryan Dillon, indicó a la AFP que no podían confirmar esta información. "Pero esperamos que sea verdadera", afirmó.

Desde 2014 circulan rumores e informaciones sobre la muerte del líder del EI, pero nunca fueron confirmadas. Estados Unidos ofrece una recompensa de 25 millones de dólares por su captura.

Bagdadi "estaba presente en el este de la provincia de Deir Ezzor" los últimos meses, agregó Rahman, que subrayó no obstante que no quedaba claro si murió en esta región u otra.

Sin reacción del EI

De momento, el EI no confirmó oficialmente la información.

Bagdadi no había dado señales de vida desde una grabación sonora difundida en noviembre, poco después del lanzamiento de la ofensiva para la reconquista de Mosul. En ella animaba a sus hombres a luchar hasta el martirio. Se cree que abandonó la ciudad al comienzo de este año, probablemente a través de la frontera entre Irak y Siria.

En su única aparición pública en julio de 2014, en Mosul, en la mezquita Al Nuri, Bagdadi proclamó el "califato".

El domingo Irak proclamó la "liberación" de Mosul, su mayor victoria frente a EI que se había apoderado de la ciudad en 2014.

Los yihadistas continúan controlando amplios sectores de Irak y Siria, aunque perdieron terreno en ese país en donde su otro bastión, Raqa, está sitiado por las fuerzas militares apoyadas por Estados Unidos.

EI probablemente sobreviva

La lealtad de grupos insurgentes locales y un movimiento de yijadistas conectados digitalmente garantizan probablemente la supervivencia de la organización Estado Islámico, que además está sacando pequeñas células de Irak y Siria y cuenta con combatientes que nunca llegaron a sumarse a esos conflictos.

La inminente pérdida de Mosul, en Irak, y los reveses en Raqqa, Siria, son un duro golpe al corazón urbano del califato que proclamó la agrupación, pero EI ha demostrado una gran flexibilidad y parece capaz de salir adelante.

Por más de un año EI ha admitido la posibilidad de perder territorios cuya conquista la pusieron a la vanguardia del movimiento mundial de yijadisats y atrajo a miles de combatientes extranjeros. Por ello, su objetivo inmediato ha sido conservar su base de apoyo a pesar de las grandes derrotas sufridas. El que lo consiga o no dependerá del rumbo que tomen las cosas una vez concluidas las actuales batallas.

Luchar o esconderse

En Irak y Siria abundan los sitios donde los combatientes pueden buscar refugio. EI controló grandes territorios con la promesa no solo de brutalidad, sino también de un gobierno religioso, incorruptible, al servicio de los musulmanes suníes de todo el mundo. Esa prédica atrajo a los suníes iraquíes, que se sentían abandonados por el gobierno de Bagdad en manos de los chiítas y desconfiaban del gobierno curdo en Irbil.

Las poblaciones suníes han resultado destruidas, sobre todo en Mosul, Faluya y Ramadi. (I)
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