El padecimiento que será más letal que el cáncer y el VIH


Dentro de poco más de 30 años, habrá una condición que matará a más personas que las enfermedades crónicas y degenerativas que conocemos hoy por sus terribles consecuencias.

Padecimientos como el VIH, la diabetes o el mismo cáncer dejarán de ser los más temidos y los que cobren más vidas a nivel global, ante el nuevo horizonte de enfermedades que la comunidad médica avista desde ahora.


La doctora mexicana Norma López Turrent, gerente médico de la farmacéutica GSK, advirtió sobre la peligrosidad de las bacterias resistentes a los antibióticos, pues para el año 2050 morirán más personas que no podrán ser tratadas con estos medicamentos, de las que mueren a causa del cáncer o el VIH.

El uso excesivo e indiscriminado de antibióticos ha generado una crisis de bacterias que son resistentes a estas sustancias y que, por ende, pueden ser letales, señaló la experta en materia de infecciones.  “Las bacterias se vuelven resistentes y pueden causar infecciones que se vuelven cada vez más difíciles de tratar”, aseguró en un comunicado.

La resistencia a los antibióticos prolonga las estancias hospitalarias, incrementa los costos médicos y aumenta la mortalidad. Y si bien la industria farmacéutica desarrolla nuevos medicamentos, también surgen nuevos agentes infecciosos y nuevos mecanismos de resistencia bacteriana, por lo que “es necesario un cambio urgente en la forma de prescribir y utilizar los antibióticos porque puede afectar a cualquier persona, sin importar edad, sexo y origen”.

¿Qué se puede hacer?

La especialista brinda una serie de medidas para evitar que nuestro organismo genere resistencia a los antibióticos, que son medicamentos usados para prevenir y tratar las infecciones por bacterias, generalmente en aparato respiratorio, vías urinarias y piel:

No automedicarse.
No cambiar la forma de prescribir y utilizar los medicamentos.
No utilizar los medicamentos sobrantes de otros tratamientos ni de personas cercanas.
Mantener medidas estrictas de higiene alimentaria y personal, como lavarse muy bien las manos.
Reducir la propagación de infecciones a través de la vacunación.
Consumir antibióticos únicamente cuando los prescriba el médico.
Practicar sexo seguro e higiénico.

FUENTE: El Diario NY
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