Un hombre originario de Dublín, Irlanda, de 33 años, cuya identidad no fue revelada, llevó a cabo un tratamiento fuera de lo común para así ponerle fin a unos intensos dolores de espalda que padece, sin imaginarse que puso en riesgo su propia vida.
Según un informe revelado por el Irish Medical Journal, este hombre se estuvo inyectando en uno de sus brazos su propio semen, por iniciativa propia, sin que algún médico se lo recomendara, porque estaba convencido que así acabaría con sus problemas en la espalda.
Sin embargo, su tratamiento no funcionó; así que acudió con un doctor para tratarse sus dolores en la espalda baja y este notó que uno de sus antebrazos presentaba una erupción, un color rojizo e hinchazón fuera de lo común. Al paciente no le quedó de otra más que relatar su hazaña de haberse inyectado su propio semen y al hacerle estudios descubrieron que tenía una peligrosa infección como resultado de este extraño hábito.
Esta persona tuvo que permanecer hospitalizada por varios días para tratar dicha infección, así como sus molestias en la espalda, los cuales mejoraron considerablemente.