Un niño de diez años cuida durante todo un día de su madre sin saber que estaba muerta


Cuidó de su madre muerta durante todo un día. Ella yacía en el sofá de una casa en completo desorden. «Hablé con ella — explicó el niño de diez años—. Esperaba que se moviera». Cuando comenzó a oscurecer, el niño encontró el coraje para salir. Llamó al vecino llorando desesperadamente: «Está negra, la cara de mi madre está negra...», según recoge Correire della Sera sobre este triste suceso ocurrido en Milán.

El niño no supo qué hacer cuando la vio así. Primero «no quería dejarla sola», luego «quería ayuda», pero era demasiado tarde: la mujer había muerto hacía mucho tiempo, debido a un paro cardiovascular.

El niño, del que no se han dado datos personales, durante años se hizo cargo de su madre, en una dramática inversión de roles. En 2017 se envió un informe al Tribunal de Menores en el que se iniciaba un procedimiento con medidas drásticas: se confiaba al menor a lo servicios sociales porque el padre estaba ausente y la madre tenía depresión y no podía cuidarlo. Pero no pasó nada, no se pusieron en práctica dichas medidas y todo siguió igual.

En diciembre de 2017, la Oficina del Fiscal del Tribunal de Menores exigió la limitación de la responsabilidad parental: «El niño tenía dificultades educativas importantes y necesitaba una evaluación neuropsiquiátrica. La madre se manifiestaba negligente. Tenía escasos recursos personales, estaba enferma, rechazaba las pocas ofertas de trabajo que tenía o no podía mantener los trabajos. El padre nunca trató con el menor».

Poco después parecía que la situación mejoraba, la mujer había encontrado un trabajo en una empresa de limpieza donde parecía estar bien, entre alguna ausencia por razones de salud. Ella estaba a menudo en casa y también el niño que no asistía regularmente a la escuela. La ayuda no llegó a ellos y así pudieron verlo los agentes que acudieron al lugar tras la llamada del vecino al que el niño le dijo que su madre estaba mal. Encontraron una casa «donde en la cocina había basura y tierra por todas partes, con restos de comida en descomposición, muy mal olor, varias medicinas esparcidas por todo la casa. El baño en mal estado». Y, sin embargo, escribieron los agentes: «La habitación del niño era la única en condiciones aceptables». Tal vez la madre había tratado de preservar al menos eso. O quizás, más probablemente, fue el mismo niño quien lo puso en orden. Solo. (FUENTE: ABC)
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