En su primer día de trabajo en la oficina como primera dama de la República, lo primero que hizo Raquel Arbaje de Abinader, luego de saludar al personal que le recibió, fue invitar a rezar un Padre Nuestro.
Se definió como una persona muy cercana a la gente más vulnerable de los barrios, en confianza y calidez.
“Las primeras damas, siempre lo he dicho, somos todas las mujeres dominicanas y ese título no me lo quito por respeto al protocolo, pero me pueden decir Raquel”, expresó.
Acompañada de un reducido equipo, se interesó por conocer sobre el desempeño de las diferentes áreas y adelantó hacia donde quiere proyectar su trabajo.
Al hacer un recorrido, pidió entrar al área de cocina, donde interactuó con el personal a cargo.
Su esposo, el presidente de la República, Luis Abinader, asumió las funciones el domingo pasado, con un discurso en el que citó las prioridades para el inicio de su gestión en medio de la crisis sanitaria y económica generada por el Covid-19.
La primera dama acompañó al mandatario, desde el acto de toma de posesión, juramentación de los funcionarios en el Palacio Nacional, Te Deum en la Catedral de Santo Domingo y en el homenaje a los fundadores de la República en el Altar de la Patria.
“La idea, cuando le dije a Luis, que no quería tener un Despacho que tuviese muchos recursos, es porque lo que yo intento hacer es ser una persona muy cercana al pueblo y ser voz de los que no han tenido voz”, manifestó.
Agradeció a Dios por permitir una transición con la oportunidad de servicio y llamó a trabajar como país para enfrentar los desafíos en esta época de pandemia.
En su mensaje pidió a Dios que bendiga a cada persona y cada familia representada entre los presentes.
“Bendice a la familia de doña Candida Montilla de Medina que también ha puesto un gran esfuerzo junto a todo su equipo”, agregó.
Compromiso del gobierno
Indicó que tras diez años de trabajo político junto a su esposo en los barrios, tiene un compromiso de aportar a los más necesitados.
Dijo que en conversación reciente con el presidente Abinader se refirieron al necesario legado que como gobierno dejarán al pueblo dominicano, sobre todo una justicia independiente.
“Sin justicia una patria no tiene madre”, resaltó Raquel.
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