De la pandilla a la universidad: superó la violencia y ahora transforma la vida de cientos de jóvenes como él


 A los 13 años, Berto Aguayo era parte de una 'gang' de las zonas marginadas de Chicago, algo que podría haber marcado el rumbo de su vida para siempre, como ocurre con miles de jóvenes hispanos -y de otras minorías de color- que muchas veces carecen de recursos y oportunidades.

El joven cuenta en entrevista con Univision Noticias que tuvo "una infancia llena de desafíos". Su madre migró desde Zacatecas (México) a Estados Unidos. Ella tenía apenas 15 años cuando llegó al país, en 1991, acompañada de su novio y embarazada. Llevaba a Berto en su vientre.

"Yo no aprendí a hablar inglés sino hasta el quinto grado (10 años), y recuerdo que vivíamos en un apartamento de dos cuartos con toda la familia", expresa el joven de 26 años 'hecho en México' pero nacido en Chicago, Illinois.

"Éramos mis tres hermanas, los primos, la abuela, todos en un apartamento de dos habitaciones, además de los retos que implica la ciudad: violencia y pocas oportunidades para los jóvenes de hacer el bien", cuenta.

Estas dificultades sumadas a un contexto de violencia familiar que llevó a que su madre Rosalba Contreras -quien actualmente trabaja como estilista- a separarse del padre biológico de Berto y sus hermanas. Ella terminó criando a los niños como madre soltera.

Este cuadro en la infancia de Berto creó el clima para que el joven cayera en las 'gangs' de Chicago a los 13 años.

Sin embargo, unos años después, alguien le daría una oportunidad que cambiaría su vida por completo.

"Vio el potencial en mí que yo no veía"

A los 17 años, Berto reconoce que pudo salir de las pandillas porque alguien le dio una oportunidad que no esperaba y le cambió la vida radicalmente.

Cuenta que Josephine Gómez (la directora de la secundaria Héctor García) hizo algo inesperado un día que él se encontraba castigado en la dirección.

"Mi directora de secundaria me conectó (con) un trabajo para colaborar con un concejal del área de Chicago, algo que me abrió los ojos a la desigualdad que existía no solo en mi ciudad, sino en todo el país", explica, y añade que ella vio en él "un potencial que él mismo no lograba percibir".

Esta 'luz' que arrojó sobre él hizo que Berto se encaminara hacia un destino totalmente diferente al que le esperaba en las pandillas de su barrio: logró entrar a la universidad y se graduó con una licenciatura en Ciencia Política y Economía de la Universidad Dominicana en Chicago en 2016.

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