El preso estadounidense Ronnie Lee Gardner, condenado a muerte por el asesinato de un abogado en 1985, morirá finalmente fusilado mañana por la noche, después de que una juez de Utah accediese a la petición del propio reo, que quería ser ejecutado por un pelotón de fusilamiento, algo inédito desde 1996.
Desde que se reinstauró la pena capital en 1976, además de Oklahoma, Utah es el único estado donde se permite recurrir a un pelotón de fusilamiento como método de ejecución. Los presos pueden elegir entre ser fusilados o la inyección letal, un cóctel de tres drogas, que se ha convertido en la opción preferida por la mayoría.
Antes de autorizar el método, la juez del Tercer Distrito Robin Reese preguntó de nuevo a Gardner si, como él mismo había pedido previamente, prefería el fusilamiento a la inyección letal. "Me gustaría el pelotón de fusilamiento, por favor", afirmó Gardner, según informaciones de la cadena CNN.
En 1996, el preso John Albert Taylor argumentó su elección del mismo método en que quería avergonzar al sistema judicial de Utah al contemplar todavía la pena capital mediante disparos. La muerte previa data de 1977 y se hizo reconocida por las palabras que pronunció el condenado, Gary Gilmore, justo antes de que se iniciasen los disparos: "Vamos a hacerlo".
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