Martín Semirg, un chico de 20 años oriundo de Montana, intentó hacerle una broma de Halloween a su novia y decidió, para sorprenderla, disfrazarse totalmente de zombie quedando irreconocible.
En ese estado, fue a la casa de su novia quien al verlo entró en pánico y no tuvo otra respuesta más que darle un disparo en la pierna, inmovilizándolo inmediatamente, según ella porque estaba aterrorizada y pensó que le “iban a robar”.
Al escucharlo gritar, la joven reconoció a su novio y llamó inmediatamente a una ambulancia que trasladó al joven hasta la sala de urgencias más cercana.
Por su parte, la novia de Martín tuvo que declarar frente a las autoridades policíales del lugar donde fue interrogada y dejada en libertad rápidamente, dado que su acto no fue premeditado, tratándose de un momento de susto.
En ese estado, fue a la casa de su novia quien al verlo entró en pánico y no tuvo otra respuesta más que darle un disparo en la pierna, inmovilizándolo inmediatamente, según ella porque estaba aterrorizada y pensó que le “iban a robar”.
Al escucharlo gritar, la joven reconoció a su novio y llamó inmediatamente a una ambulancia que trasladó al joven hasta la sala de urgencias más cercana.
Por su parte, la novia de Martín tuvo que declarar frente a las autoridades policíales del lugar donde fue interrogada y dejada en libertad rápidamente, dado que su acto no fue premeditado, tratándose de un momento de susto.