Eric Michael Miller, de 21 años, debió pensar que amenazando a los habitantes de la vivienda con esta arma tan ‘letal’, a la par que asquerosa, ninguno de ellos se negaría a pagarle la deuda que le debían por un asunto de drogas.
Se equivocó, ya que tuvo la mala suerte de no encontrar a la víctima que buscaba, y en venganza, pagó toda su frustración con la única persona que encontró en una de las habitaciones. El resultado, una cara llena de lo que todos pensáis y una frase lapidaria para marcar territorio: “Ahora estás como el resto de mis prostitutas, todo cubierto de semen“.
Tras esta escena que podría firmar el mismísimo Tarantino (que por cierto este miércoles cumple cincuenta años), Miller y el resto de su banda abandonaron el lugar llevándose algunos objetos de valor que encontraron por la casa. Días después, la policía detuvo al maleante, y tras un juicio rápido, fue condenado a 18 meses de prisión sin fianza por un delito de robo con violencia.