Utesa ostenta nuevo concepto de universidad

Juan Eduardo Thomas
Santo Domingo
L a Universidad Tecnológica de Santiago (Utesa), y el grupo empresarial que le sustenta, han desarrollado el concepto universidad-empresa. Se basa en la creación de entre “9 y 10 empresas” que sirven de laboratorios a los estudiantes de término de la academia y que, al final de la jornada, también suman ingresos a sus estados financieros.

“Eso es, tal vez, una función social muy importante, pero también ha sido bueno porque ha sido económico para sustentar la universidad”, comentó ayer Príamo Rodríguez, el rector de la academia.

Él señala su participación en la zona franca industrial de Santiago como parte de esas inversiones. Al adquirirla, dice, estaba casi quebrada y ocupada solo a un 40 por ciento.

Ya han construido seis nuevas naves industriales, entre ellas una de 100,000 pies. Allí tienen un centro de estudios de inglés para los empleados de sus empresas. El Centro Médico Cibao también se incluye en esa visión con 250 profesionales de la medicina.
Rodríguez explica que esa activa participación entre empresas y universidad les permite mantener sus precios a los estudiantes, algo que asegura no pueden hacer las demás academias, obligadas a aumentar sus tarifas cada ciclo. El rector de Utesa y sus principales autoridades académicas participaron ayer en el Desayuno del LISTÍN, donde explicaron los avances de la institución, sus perspectivas de crecimiento y la presencia en el Cibao del grupo empresarial.

Rodríguez reveló que una de las estrategias de la universidad fue trasladar a los pueblos la academia, permitirles a los alumnos acceder a educación universitaria sin movilizarse de sus comunidades. Así llegaron los recintos Dajabón, en Mao, Puerto Plata, Moca y Gaspar Hernández.
También su expansión en el Gran Santo Domingo y en perspectivas las solicitudes de instalarse en Neyba y San Juan.

“Yo pienso que la región del Cibao ha dado un cambio. No había un laboratorio clínico en Dajabón, por ejemplo, hoy está”, indicó. Rodríguez reveló que decidieron instalar servicios médicos en las comunidades de donde ya tienen egresados, acortando así el tiempo de espera para los análisis y el diagnóstico de pacientes. “Es un laboratorio que sirve para la universidad, pero también da servicio al público”, reconoce el empresario El hotel de Mao es otro ejemplo de su visión empresarial. Dijo que lo compró con 16 habitaciones, lo remodelaron y ahora tiene 60. “Ya el hotel es laboratorio como escuela (de hotelería) pero también para un beneficio económico. En Mao hay tres eventos diarios en promedio, matrimonios, reuniones, juntas”, explica.

Entre Mao y Esperanza, también, instalaron un centro para la carrera de agronomía de Utesa, considerada por Príamo Rodríguez como la más grande del país, para producir banano con calidad de exportación.

“Yo creo que hemos dado un cambio en la sociedad, de una estructura organizacional universitaria diferente. Por lo menos un estilo diferente hemos creado. Cambiamos la infraestructura académica para poner materias de proyecto y emprendurismo”, aseguró en su participación. La idea de hacer converger a sus empresas con la universidad sirve, asegura, para brindar empleos, para ser el laboratorio de los futuros profesionales y para asegurar ingresos que coadyuven al mantenimiento de tarifas a los estudiantes de la academia.


El vicerrector de vinculación Empresa- Universidad de la universidad, Abel Rojas, explicó que se han planteado una estrategia diferente a las demás academias, que les permite brindar una oportunidad de inclusión de sus estudiantes.
Artículo Anterior Artículo Siguiente