Las acciones de Samsung se han hundido este lunes en la bolsa de Seúl después de que el fabricante surcoreano de teléfonos pidiera a los usuarios que dejen de utilizar su último modelo, el Galaxy Note 7, por el riesgo de sobrecarga.
Las acciones de la compañía, la más importante del país, cayeron un 7% al cierre, hasta 1,46 millones de wons (unos 1.171 euros), su nivel más bajo en dos meses y la caída diaria más importante en un sólo día este año.
Samsung, uno de los líderes de la telefonía móvil, pidió a los usuarios del aparato en todo el mundo que lo apagaran para evitar riesgos. El 2 de septiembre el fabricante ya había llamado a revisión esta 'phablet' (híbrido de teléfono y tableta) porque en algunos casos sus baterías defectuosas pueden incendiarse durante la carga.
Estados Unidos ha pedido que se dejen de usar
Desde entonces varias compañías aéreas han prohibido el uso del teléfono en sus aviones y la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor (CPSC) de Estados Unidos ha pedido que se dejen de usar.
"La situación de Samsung es cada vez más seria y complicada a medida que más autoridades de todo el mundo piden a sus ciudadanos que dejen de usar el Note 7" indicó Hwang Min-Sung, un analista de Samsung Securities.
Las consecuencias de la retirada del teléfono -del que hasta ahora se han vendido 2,5 millones de ejemplares en 10 países- podría suponer pérdidas colosales, según este experto.
El caso afecta gravemente a la imagen de la marca, en un contexto de competencia feroz a la vez con el iPhone de Apple y con los teléfonos chinos de bajo precio.