El rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej falleció ayer tras más de 70 años de reinado que le convirtió en el monarca más longevo en el trono, y sumió a Tailandia en una era de gran incertidumbre por su estatus de padre de la Nación.
Cientos de personas se congregaron en el hospital Siriraj donde estaba internado el rey y cuando las cadenas de televisión interrumpieron su programación, cambiándola por una pantalla gris, la gente rompió en llanto, asegura Bo Bluebeaury, periodista tailandesa.
El primer ministro, Prayut Chan-ocha, se dirigió a la nación en un mensaje televisado en el que declaró un año de luto oficial -los funcionarios deberán vestir de negro- y ordenó que se arrien las banderas a media hasta durante todo un mes.
“Es difícil de explicar por qué le queremos tanto. El rey ha hecho muchas cosas por el país. Visitó cada rincón del país para ver lo dura que era la vida para la gente, en especial las zonas más pobres del país. No le conocí en persona, pero me hubiera encantado”, asegura Bluebeaury.
“Estamos en un momento muy triste. El Gobierno seguirá las reglas, ya que el rey nombró a su hijo como heredero” , señaló. Según dispone la legislación local, el príncipe heredero Vajiralongkorn, de 64 años de edad, ostenta esa posición desde 1972, y asumirá el trono después que el Consejo Privado Real y la junta militar que domina el país presente su nombre de forma oficial ante un Parlamento que está sometido a los designios de los uniformados.
Bo asegura que Vajiralongkom será un buen rey. “Él ha trabajado en muchos proyectos para los tailandeses y seguirá la línesa de trabajo de su padre”.
En esta sociedad budista, el rey ha conservado su imagen tutelar y protectora de sus súbditos.Lo distintivo del noveno de los Rama era su incuestionable popularidad, que incluía la creencia de que era capaz de obrar milagros y que se atribuye entre otros factores a la larga duración de su reinado, el más longevo de la historia tailandesa.
Tailandia, un país moderno que constituye la segunda economía del sureste asiático, por detrás de Indonesia, es una nación dividida donde la inestabilidad política es casi tradición: el reino ha sufrido 19 golpes de Estado (12 de los cuales tuvieron éxito) desde que la monarquía absoluta fue abolida en 1932.