El presidente Donald Trump tiene sobre la mesa la reducción de programas de intercambio cultural, includos aquellos programas de verano, que permiten a extranjeros trabajar en los Estados Unidos.
En esta ocasión, se revisarán las reglas de la visa J-1, sobre las que pesan al menos cinco programas basados en empleo temporal, informaron personas familiariazadas con el proceso a The Wall Street Journal.
Esa visa es utilizada, por ejemplo, para jóvenes que trabajan en centros recreativos durante las temporadas vacacionales, pero también para intercambios escolares.
Cada año se otorgan alrededor de 100,000 visas de ese tipo, por lo que “a la administración federal le preocupa”, indicó Jessica Vaughan, directora del Centro de Estudios sobre Inmigración.
“Hay programas en particular que necesitan mayor atención, debido a su tamaño, porque afectan el mercado laboral de los Estados Unidos, y porque un alto número de esas personas se quedan tras vencer esas visas“, agregó.
También se analizan aquellos programas de becarios, consejeros y personas que están en capacitación.
Esa visa también contempla otros permisos que no son laborales, los cuales también serán revisados.
La modificación de la mayoría de estos programa no necesitan la aprobación del Congreso, sólo de una orden ejecutiva del presidente Trump.
El objetivo es que las empresas que patrocinen estas visas primero se aseguren de que no pueden hallar a sus potenciales empleados entre ciudadanos estadounidenses. (FUENTE: El Diario NY)