Lo que te puede pasar si te aguantas las ganas de hacer popó


Me da pena, siento asco, no me llega la inspiración…Sin importar la excusa, la mayoría de las personas prefieren aguantarse las ganas de defecar hasta llegar a su casa, aunque tengan que esperar horas. Sin embargo, este hábito puede acarrear problemas serios a la salud.

¡Efectos inesperados!

Todos ser humano, en alguna ocasión, se ha aguantado las ganas de defecar, pero, ¿qué secuelas puede traer esto si esta acción se hace con frecuencia? El experto te revela algunas de ellas, te sorprenderás.

1. Se lástima el recto

2. Se forman divertículos. Que son pequeñas hernias de la mucosa, que es el recubrimiento del colón, por donde se ubican las arterias. Regularmente aparecen del lado izquierdo, y pueden dar lugar a inflamación o sangrado.

3. Hemorroides. Esto sucede cuando el aguantarse la evacuación es de forma crónica, diario.

4. Fisuras. Cuando el excremento permanece mucho tiempo en el recto se deshidrata, lo que ocasiona que se endurezca y al ser expulsado puede producir fisuras en el ano.

5. Puedes contraer septicemia o presentar fiebre. Las bacterias pueden a travesar la pared del colón hacia el sistema circulatorio, produciendo una respuesta inmunológica.

La frecuencia normal para ir al baño es muy variable, puede ser de dos a tres veces por semana o al día, y lo ideal es que acudas inmediatamente cada vez que experimentes la sensación de evacuar”, indica Jaliffe.
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