El «Rey de la Bachata» Romeo Santos fue la gran sorpresa de la noche de Premios Soberano al ganar el Gran Soberano correspondiente al 2020, mientras el legendario cantante Niní Cáffaro fue distinguido con la estatuilla similar del 2019.
El cantante norteamericano de ascendencia dominicana, subió al escenario luego de una espera.
“Para mí es un inmenso placer recibir este premio. Quiero agradecer a toda mi fanaticada por su apoyo. Quiero decirles a todos los jóvenes que cuando lleguen a cierto nivel, piensa que la jornada se va a poner más fácil. Yo tengo 25 años en este negocio y hay que recordar la autenticidad”, dijo.
Santos también recordó, que aunque su madre es puertorriqueña y siente un cariño especial por la «Isla del encanto», y que él nació y se crió en Nueva York, su corazón se siente dominicano.
«Siempre voy a ser bachatero», concluyó el artista.
Estas expresiones en el tramo fimal de su discurso no dejó muy complacidos a algunos ususrios de redes sociales quienes cuestionarom qie el artista dijera que su corazón se siente dominicano cuando el país lo ha identificado como tal.
«¿Alguien me explica el afán de Romeo Santos de dejar en claro que no es dominicano? ¿Me perdí de algún chisme por ahí?», escribió el humorista @jochyjochy en Twitter.
Estadounidense de orígenes dominicanos y puertorriqueños, Santos (Nueva York, 1981) empezó en 1997 su carrera como miembro del combo Aventura, el cual anunció su separación en 2011 para dar cabida a unas carreras en solitario que, en su caso, ha dado lugar a cuatro discos: «Fórmula, Vol.1» (2011), «Fórmula, Vol.2» (2014) y «Golden» (2017) y «Utopía» (2019).
De Niní Cáffaro
Cáffaro, en cambio, corona una carrera artística que le dio fama y popularidad, convirtiéndolo en el rey de los festivales y en la voz por excelencia de la canción popular más emblemática de República Dominicana: “Por amor”, composición de Rafael Solano.
Cáffaro agradeció a su familia y al pueblo dominicano que lo ha mimado por tantos años.
“La vida me regaló dos carreras distintas, paralelas, pero cuando jovencito jamás pensé que iba a ser cantante”, ha dicho Erasmo Alfonso Cáffaro Durán (su verdadero nombre) en una charla hace un tiempo con el periódico Listín Diario.
La canción, “En ruinas”, lo llevó a la fortuna y a partir de ahí fue popular en todos los pueblos, con presentaciones en los cines, clubes y otros escenarios. “Yo recorría todo el país cantando”.
Ahí mismo,en 1966, entró a la radio otro tablazo: “Cada vez más”, también de Solano.
En 1968, Amucaba convocó al primer Festival de la Canción, el que Cáffaro ganó a garganta limpia puesta con toda potencia en “Por amor”, la obra maestra de Solano, y que catapultó a ambos a la posteridad musical dominicana.
“Esa canción me llevó a ser un artista internacional, pero yo nunca quise ser un artista a tiempo completo”, insistió el pasado viernes durante el encuentro con este redactor.
En los años que siguieron ganó la medalla de oro en el Primer Festival de la Canción Latina en el Mundo, realizado en México en 1969, y el tercer lugar en el Festival Oti realizado en Bello Horizonte (Brasil) en 1973.
Su vida transcurrió entre el mundo artístico, el empresarial y la gestión pública.
FUENTE: Listin Diario
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