Eso lo revelaron las propias autoridades que investigan el caso.
Según las pesquisas, los malandrines aprovecharon que el mensajero de la compañía de valores se desmontó, dejó el vehículo estacionado y entró al banco.
Entonces actuaron con rapidez: uno de ellos le rompió un cristal al vehículo, cogió la valija millonaria y se metió en una yipeta que esperaba cerca y que de inmediato se puso en marcha.
Así huyeron, cargando con más de tres millones de pesos. La operación delictiva duró apenas unos minutos: todo estaba ubicado, bien planificado, y fue ejecutado con sorprendente habilidad.
La acción sucedió al filo del mediodía. La sucursal bancaria está en la calle Gregorio Luperón, próximo a la Teófilo Ferry.
La Policía está investigando para esclarecer lo sucedido y apresar a los culpables
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