La cadena de victorias del Heat fue la segunda más larga en la historia de la NBA para cualquier franquicia profesional norteamericana, tras los 33 juegos al hilo que ganaron los Angeles Lakers en la temporada de 1971-72.
Dengo anotó 28 puntos y Boozer añadió otros 21 puntos y 17 rebotes para unos Bulls muy crecidos, que jugaron sin su centro titular, el francés Joakinm Noah, y el armador Derrick Rose, fuera del equipo por lesión desde la pasada temporada.
El pequeño Nate Robinson aportó 18 puntos a la banca de Chicago, y el pívot Jimmy Butler sustituyó con eficacia a Noah y añadió 17 tantos para los Bulls, que limitó a los peligrosos Heat a un 44,4% de efectividad desde el campo en la segunda mitad.
El astro LeBron James fue el mejor por los actuales campeones defensores con 32 puntos, al encestar 11 de 17 tiros de campo, y capturar siete rebotes.
Dwyane Wade regresó tras dos juegos ausente debido a una molestia y aportó 18 asistencias, mientras Chris Bosh se fue con 21 unidades para Miami.
El Heat (56-15), que ya tiene pasaje para los playoffs, se quedó a seis victorias de quebrarle el récord a los Lakers de 1972, pero igual firmaron la segunda racha victoriosa más larga para cualquier franquicia profesional norteamericana.
Desde las gradas, un inescrutable Pat Riley, presidente de la franquicia y artífice del actual equipo de los Tres Reyes -LeBron, Wade y Bosh- tomaba con resignación la derrota.
Riley fue uno de los jugadores de los Lakers que lograron la marca en la primera parte de la campaña de 1971-72, junto a otras leyendas como Wilt Chamberlain, Jerry West y Elgin Baylor.
Los campeones Miami Heat se habían apoderado el pasado 19 de marzo de la segunda mejor marca de victorias consecutivas con 23, al derrotar a los Boston Celtics (105-103), para superar los 22 triunfos en línea de los Houston Rockets de 2007-08.
Miami entró con poco ritmo al partido y con varias costosas pérdidas de balón cedió el primer cuarto a los hambrientos Bulls (32-22).
Luego de perder la primera mitad 55-46, Miami reaccionó para ir descontando hasta que en los cinco minutos finales del tercer cuarto, un triple de Shane Battier le puso delante 59-58 por primera vez en este encuentro.
Empero, canastas consecutivas de Deng y Boozer, y una defensa a presión, permitió a los Bulls distanciarse 91-85 con algo más de tres minutos por jugar.
Pese a que Lebron James hizo todo lo posible, y que Wade encendió su escopeta de largo alcance justo en los finales, los de Chicago aguantaron la presión para tener la satisfacción de cortar la racha al equipo con mejor récord de la Conferencia Este.