Común deprimirse en la Navidad


La época navideña que recién estrena suele estar rodeada de fiestas, celebraciones y alegría por todos lados. El espíritu de la temporada, sin duda, nos contagia de amor y buenos deseos para nuestros seres queridos, haciendo prácticamente imposible no disfrutar al máximo estas divertidas semanas.


Este regocijo de la Navidad, sin embargo, no es compartido por todos. Los expertos advierten que son muchas las personas que perciben la estación como una verdadera tortura: sienten tristeza, padecen un vacío emocional, andan malhumorados, se deprimen… En fin, que el fenómeno Grinch -ese duende verde gruñón que intenta acabar con todo el espíritu navideño- no es necesariamente un simple invento.


Causas comunes


De acuerdo con el psicólogo clínico Luis Caraballo, una de las razones principales que explican la llamada depresión navideña es el desorden afectivo de la temporada (seasonal affective disorder). Este trastorno, típico del otoño e invierno, es precisamente un tipo de depresión que ocurre a causa de la falta de exposición a la luz solar durante la época.


Y es que los días más cortos que ahora vivimos, en los que amanece más tarde y oscurece más temprano, afectan nuestras hormonas, haciéndonos más propensos a sumergirnos en un estado de desánimo y decaimiento total. Este trastorno, sin embargo, “no es tan común en Puerto Rico como lo puede ser en Estados Unidos o Europa”, según aclara el Dr. Caraballo, pues los cambios en la luz natural -y la temperatura- no son aquí tan drásticos.


“Ese diagnóstico se caracteriza por síntomas tales como dificultad para levantarse en las mañanas, falta de energía, no tener apetito o comer en exceso, dificultad en concentrarse y completar tareas, así como aislarse de personas y actividades que normalmente disfrutamos. Esos síntomas son exactamente iguales a los de una depresión normal, la diferencia es que este diagnóstico se da en la época navideña por la variación estacional de la luz”, detalla el especialista.


“Una vez acaba la estación, entonces se regula de nuevo el sistema y la persona vuelve a su línea base normal”, asegura el también profesor del Recinto de Ciencias Médicas.


Otros factores que generan cuadros depresivos en la Navidad son el fallecimiento de algún amigo o familiar, la distancia de un ser querido, una ruptura amorosa, situaciones traumáticas del pasado, las metas no alcanzadas, la soledad y la baja autoestima. La crisis económica y las dificultades monetarias propias de la época pueden, asimismo, afectarnos de manera negativa.


Haciéndole frente


Existen múltiples estrategias que podemos adoptar para evitar caer en una depresión navideña, o bien para salir airosos de un estado agudo de tristeza.


Los expertos en conducta recomiendan, por ejemplo, rodearnos de personas y compartir más con amigos y familiares. También aconsejan que cambiemos de ambiente -ya sea mediante un paseo o un viaje corto-, y que hagamos actividades que nos generen placer: salir con amistades, leer un libro, ir a la playa…


En el caso de que conozcamos a alguna persona que sufra de depresión navideña, el Dr. Caraballo subraya la importancia de comprenderla y apoyarla. Bajo ninguna circunstancia, advierte el especialista, se le debe humillar o acusar de que está “exagerando la nota”, pues la situación podría empeorar significativamente.


“Uno de los problemas típicos es que como puede ser una depresión recurrente, la familia empieza a tener poca tolerancia. En vez de ayudarlos, empiezan a decir frases como ‘ahí vuelve éste con lo mismo’. Y lo que era un problema se convierte en un problemón”, observa el psicólogo.


“En vez de criticar o burlarse, hay que entender que esto sí ocurre y que es una interpretación que la persona tiene de la época, que en lugar de felicidad es de tristeza”, concluye.


Como guía básica, es necesario buscar ayuda psicológica profesional cuando los síntomas comienzan a generar problemas serios en nuestro día a día.


Aprende a superarla


-Reconoce las conductas nocivas y busca alternativas de cambio.

-Interactúa con otras personas y asiste a las fiestas de la temporada.

-Haz una lista de gratitud con todas las cosas buenas que tienes.

-Ayuda al prójimo como terapia para superar la sensación de vacío.

-Evita beber en exceso o usar drogas como “arma para olvidar”.

-Cuida la dieta y el descanso, y evita situaciones muy estresantes.


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