Embarazos no deseados, un problema creciente entre las militares de EE.UU.

El 11 por ciento de las más de 7 mil militares activas estadunidenses reportaron al departamento de Defensa haber tenido un embarazo no planeado durante el año 2007, lo que representa un índice 50 por ciento mayor al promedio nacional de EU, indica un estudio que se publicará en febrero en la revista Obstetrics & Gynecology.

La investigación, realizada por Daniel Grossman y Katie Grindlay, señala que la tasa de embarazos no planeados por las militares ha aumentado desde 2005 a pesar de que tienen acceso gratuito a los anticonceptivos.

“El índice creciente es alarmante. Cuando estás en el ejército tienes acceso gratuito a servicios de salud de buena calidad. Esto realmente subraya la necesidad de abordar mejor los cuidados anticonceptivos”, dijo Grossman, quien junto con Grindlay analizaron los datos de las Encuestas del Departamento de Defensa acerca del Comportamiento Relacionado con la Salud entre 2005 y 2008.


Shoshona Pilip-Florea, vocera de la Oficina de Medicina y Cirugía de la Marina estadunidense, no coincidió con las cifras que arrojó el estudio. Argumentó que la Oficina de Medicina de la Marina constantemente ha registrado que las cifras de embarazos no planeados entre las mujeres que forman parte de la Marina y del cuerpo de Infantería son similares a los índices que se presentan entre la población en general a nivel nacional.

Los autores identifican dos principales causas del incremento en el indice de embarazos no planeados: el primero, la dificultad de obtener métodos anticonceptivos. El segundo, el abuso sexual contra las reclutas.

En el primer caso, Grossman y Grindlay identificaron que más de 50 por ciento de 281 reclutas encuestadas en 2012 dijo que no hablaban acerca de sus opciones de anticoncepción con el personal médico militar antes de ser desplegadas, lo cual puede deberse a la falta de educación sexual y el temor a las represalias.

En la misma encuesta, realizada vía internet, cerca de 60 por ciento de las entrevistadas aceptó que era fácil o relativamente fácil obtener anticonceptivos, pero señalaron que la razón más común para no usar algún método anticonceptivo mientras estaban en servicio era que no planeaban tener relaciones sexuales.

Acerca del abuso sexual, los investigadores consideran que podría ser una de las causas que influyen en la alta incidencia de embarazos no planeados en el ejército. Pues entre 20 y 40 por ciento de las reclutas son víctimas de violación o de intento de violación a lo largo de su carrera militar, según los autores del estudio, quienes aseguran que es difícil obtener cifras exactas, ya que el Departamento de Defensa calcula que más de 80 por ciento de los incidentes no se reportan.

El 43 por ciento de los embarazos no planeados en Estados Unidos terminan en aborto, según el Instituto Guttmacher. Sin embargo, la ley federal permite que se practiquen abortos en instalaciones militares sólo cuando el embarazo es resultado de una violación o incesto, o pone en peligro la vida de la mujer. Salir de la base para buscar atención médica en sitios como Afganistán o Irak puede ser extremadamente peligroso, dijo Grossman.

Los embarazos no planeados pueden tener un impacto significativo en la salud del personal militar y, además, en la disponibilidad de las tropas, según el estudio. Las reclutas que resultaron embarazadas inesperadamente no pueden ser desplegadas si están en casa, lo que puede afectar su carrera. Por otro lado, las que se embarazan en el extranjero tienen que regresar, lo cual cuesta al ejército alrededor de 10 mil dólares.

“Esos hallazgos subrayan el grave problema de salud pública en las fuerzas armadas que no se ha abordado adecuadamente”, escribieron Grossman y Grindlay.

Artículo Anterior Artículo Siguiente