10 tips: porqué a las mujeres no les gustan los buenos


Ya escuchaste el lamento antes: las mujeres se quejan de los varones que se comportan como tarados, y entonces siguen volviendo de tanto en tanto con ése que no les lleva rosas y que no venera el suelo que pisan. 

Mientras, vos tratás de convertirte en el mejor Sr Buen Tipo y terminás en la categoría de “amigo”. Entonces viene la pregunta, ¿por qué los buenos tipos terminan últimos?


1 Los buenos tipos no parecen buenos protectores

Tal vez esto se remonta a los días de nuestros ancestros cavernícolas, pero históricamente, los hombres siempre han protegido a las mujeres. Los buenos tipos no parecen siquiera poder defenderse solos, mucho menos a su chica. Capaz que no haya un mamut gigante tratando de llevarnos, pero todavía hay ladrones y malos tipos, y mujeres que quieren sentir que quien está con ellas puede ocuparse de esto. 

2 Los buenos tipos se esfuerzan demasiado

Los buenos tipos ponen a las mujeres en un pedestal y actúan como si ellas fueran una especie de diosas. Se lanzarían al mar por su amor. Se declaran demasiado rápido, con demasiado ímpetu. Dejan de lado sus propias necesidades por las de ella. 

Las mujeres somos humanas también, y no necesitamos que nos pongan en un pedestal del cual es muy fácil caerse. 

3 Los buenos tipos son predecibles 

Mucha gente vive vidas bastante predecibles: Se casa, tiene dos hijos, va a trabajar, se jubila. 

Las mujeres no quieren adherir a esto saliendo con un tipo que va a ser tan predecible que sabrán cada uno de sus movimientos. A todas nos gusta un poco de novedad y espontaneidad. 

Las mujeres quieren saber que se van a divertir con el tipo con el que están, y no que tendrán un festival de bostezos.

4 Los buenos tipos parecen felpudos 

Los buenos tipos casi nunca levantan la voz cuando algo los irrita y raramente hacen saber lo que quieren o necesitan por miedo a un conflicto que resultará en perder a su chica. 

Dejar que la gente te pisotee sin marcar ningún límite señala que probablemente no tenés carácter. Sin carácter no hay respeto porque es difícil respetar a un tipo que deja que los otros lo traten mal. 

Además, si tenés demasiado miedo de patear el tablero, esto también indica que probablemente no te pararías a defenderla tampoco. Y eso no es atractivo para ninguna mujer. 

5 Los buenos tipos esperan bondad

Los buenos tipos esperan bondad porque ellos son tan súper dulces que la gente debería responderles amorosamente. Pero el problema es que ellos dejan sus propias emociones y sentimientos en el asiento de atrás, en nombre de las otras personas, y cuando los otros no son recíprocos, juegan el rol de víctima. Ninguna mujer quiere tratar con un tipo que tiene complejo de mártir. 

6 Los buenos tipos parecen fingir

Los buenos tipos  pueden parecer demasiado buenos. Pero hasta Nelson Mandela tiene un límite. Nadie puede ser dulce como el azúcar todo el tiempo a menos que sea un santo. Si sos demasiado bueno con cada persona que se te cruce, parece que estás fingiendo más que bondad genuina. 

No le podés gustar a todo el mundo o ser feliz en cada situación, así que si te encontrás poniendo una cara feliz perpetuamente puede ser tiempo ya de reexaminar tus sentimientos reales y dejar que salgan. Esto demuestra que sos una persona real, con sentimientos reales y no que solo estás haciendo un acting. 

7 Los buenos tipos no son un desafío

Los buenos tipos hacen fácil comer caramelos y papas fritas en el sofá. Dan esa sensación de que nunca se van a ir, así que no te preocupás en verte bien, porque no creés que siquiera importará. 

Las mujeres buscan estar con alguien que les presente desafíos, eso mantiene la relación. Desafiá nuestra ideas, debatinos, hacenos trabajar. Eso hace la relación más interesante. 

8 Los buenos tipos parecen inseguros 

Los buenos tipos se presentan tan ansiosos de gustar y ser aceptados que nunca sabés si realmente gustan de vos o quieren estar con vos porque vos les prestaste atención. Por otro lado, para las que buscan un arreglo del ego rápido o solo un trago gratis, los buenos tipos resultan sencillamente estúpidos, y es fácil sacarles alguna ventaja. 

Vos sos quien le enseñás a los otros cómo tratarte, así que si actuás inseguro y necesitado, la gente (eso incluye a las mujeres) te va a tratar como tal. La inseguridad además, es lo más des-excitante.

9 Los buenos tipos no parece que serán buenos en la cama

Ser un buen tipo es muy difícil que sea un presagio de que seas bueno en la cama. Las mujeres disfrutan estar con un hombre que puede tomar el control y llevarlas a buen puerto. 

Ser blando, dulce y caballero todo el tiempo no es la vibración más sexy. Una mujer quiere saber que un hombre se le va a ir al humo, no que va a tratarla como una pieza de porcelana en la cama. 

10 Los buenos tipos no se comportan como hombres 

Los buenos tipos piensan que preguntar siempre la opinión de ella los hacen sensibles, pero muchas veces son molestos. Las mujeres quieren un tipo que pueda hacerse cargo y elegir el restaurante, crear un plan o tomar una decisión. Preguntarle siempre antes de decidir es irritante y te hace parecer como si no tuvieras pelotas. 

Conclusión

No tenés que ser un estúpido arrogante para conseguirte una chica hot, pero tenés que tener carácter. Tenés que gustar de vos mismo, sentirte seguro y ser capaz de pararte solo. 

La mayoría de las mujeres no desea  un verdadero chico malo, a menos que sean mentalmente inestables. Nosotras solo queremos un tipo a quien podamos respetar y que nos respete sin besarnos las 24 horas, siete días a la semana. 

A las mujeres las enamora un varón que las trata bien, pero también los hombres con agallas y que tengan la habilidad de hablar por sí mismos. 
Las mujeres buscan sentirse protegidas y saber que el tipo con el que están les cuidará las espaldas sin importar qué. 

Decir que las mujeres no gustan de vos porque sos un “buen tipo” es correr el bulto. Seguramente las chicas no gustan de vos, no porque seas bueno, si no porque te comportás como un felpudo. 

Por Rachel Khona, de Askmen.com. Adaptación al castellano de Raquel Carlino 
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