En dos meses, el candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, ha cambiado de jefe de campaña en dos oportunidades.
"Esta mañana Paul Manafort ofreció, y yo acepté, su renuncia de la campaña", dijo Trump en un comunicado, expresando agradecimiento por el trabajo del veterano estratega político de 67 años y elogiándolo como un "verdadero profesional".
Con los cambios anunciados el miércoles, Manafort quedó relegado a un segundo plano y su salida era un secreto a voces desde que The New York Times publicó unos días antes que entre 2007 y 2012 recibió casi 13 millones de dólares de un partido prorruso en Ucrania.
Este anuncio llega después de que Trump lanzó su primer anuncio de televisión con una inversión de 4 millones de dólares, que representa un paso importante para la campaña del magnate visto desde la perspectiva publicitaria, pues su campaña se distinguió hasta ahora por ausencia de ejecuciones publicitarias en medios masivos de comunicación, lo que contrasta con la enorme inversión que su opositora, la candidata demócrata Hillary Clinton ha hecho en este tema.
Trump contrató a Manafort, quien había asesorado al expresidente ucraniano y proruso Viktor Yanukovych, a principios de año para impedir lo que parecía entonces una disputada carrera por la nominación presidencial del partido Republicano.
El exfuncionario de Trump no quiere ser un distractor que afecte en la campaña de Trump, por lo que se retiró y el empresario aceptó la renuncia, alabando su profesionalismo.
Manafort salió a defenderse y negó haber recibido esos pagos, pero la polémica ya estaba servida y Trump optó finalmente, como ya hizo en junio con Lewandowski, por prescindir de sus servicios y poner al frente de la campaña a Stephen Bannon.
Este viernes dimitió el sustituto de Lewandowski, Paul Manafort, según un comunicado emitido por la campaña del magnate.